Brasil, un país que al principio parecía exótico, se ha convertido desde hace tiempo en mi nuevo hogar. Allí, en el nordeste, donde la gran ciudad de Recife combina la cultura de la costa brasileña con la del interior en una síntesis colorida y fascinante. Allí, en el nordeste antiguo y en parte degradado, donde están las raíces de la cultura brasileña, donde siempre se encontrarán.
Como su guía turístico privado, le invito a acompañarme en un viaje individual de descubrimiento del nordeste de Brasil. Si lo desea, también puedo llevarle fuera de los caminos turísticos trillados, con excursiones al Brasil salvaje y virgen, a cascadas, artesanos y vaqueros.
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Los brasileños son personas que encuentran tiempo para vender tapiocas al borde del camino o ofrecer joyas hechas a mano en la playa. En Nochevieja, se visten de blanco y corren hacia el mar. Piden un deseo después de cada ola que saltan. Tras la séptima ola, regresan a tierra sin dar la espalda al mar. Todos los almuerzos incluyen arroz, judías y farofa. Los brasileños siempre sorprenden por su calidez y hospitalidad, caracterizadas por su incansable entusiasmo por la vida.